Para trazar un poema no hace falta nada, sólo corazón, y dejarnos atrapar por la dulzura que vive en el aire. Una palabra pronunciada en el instante preciso ya es un verso. Incluso lo es el propio suspiro. No hay taller que enseñe a pintar voces. La autenticidad se vive. El ingenio se cultiva y la lucidez se cosecha. No existen reglas para escribir, sólo hay que tener claro lo que se quiere comunicar y comunicarlo.

jueves, 28 de febrero de 2013

Carta al recuerdo


CARTA AL RECUERDO

 En esta carta plasmo, mis buenos y malos recuerdos...
momentos alegres y otros pesarosos.
Los momentos de dudas y el sabor de los daños.
De sueños soñados que jamás existieron...
y de los deseos deseados que se cumplieron.
De caminos rectos y caminos empedrados...
de noches solitarias... y otras,  en calurosos brazos.
Noches de pasión salvaje y desenfrenada...
y noches de anhelos inertes y desolados.
Escribo en esta tarde oscura y fría...
fría como mis recuerdos... obsoletos y arcaicos.
Maquillando mis versos con el sudor de mis dedos...
con grises oscuros y el carmín de unos labios.
De la sangre derramada por heridas de espinas...
pero también de la fragancia de rosales azulados.
De los amigos que creía que eran eternos...
y que solo han sido pasajeros del olvido.
De las veces que he llenado el tiempo de nada...
y al final de nada el tiempo me ha servido.
De las veces que he vivido bellas fantasías...
y de tantas otras quimeras que he destruido.
De los días saturado de licores y vinos...
y días que me embriagaba del sabor de unos labios.
Del derramo de lágrimas no fingidas...
y de aquellas que fluían de falsos diálogos.
De tantos dulces besos fielmente dados...
y de otros tantos besos que fueron robados
De los " te quiero amor" entre labios sinceros...
y de los "te odio" en el silencio de corazones falsos.
De esas aventuras que terminaron en buen puerto...
y de otras hazañas que a la deriva marcharon.
De caricias suaves como pieles sedosas...
y de esas que te raen como chuchillas rotas.
De las veces que me he creído un hombre importante...
y en las que me ocultaba en la sombra de mis cobardías.
De mis egoísmos acusados... y de mis dadivas ofrecidas.
De mis virtudes fastuosas y llenas de zalamería...
y de mis defectos que son muchos y anegan mi ego.
De los abrazos con cariño que me han regalado...
y de los empujones con desprecio que he recibido.
Cuando abandone esta consciencia que tanto me ha dado...
Quedara esta carta para recordar mi pasado.


(Por Arturo Sanchez Rivas)
21-02-11

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